Cuando nuestra dieta se basa en comer alimentos que aportan vitaminas y minerales a nuestro cuerpo estamos gozando de una muy buena alimentación y, por lo tanto, manteniendo una salud estable.
Con una buena alimentación estamos cuidando de nuestra salud física, mental y de una mejor calidad de vida.
Alimentarnos bien va acompañado de realizar ejercicios diarios, tener una buena rutina de descanso y, por qué no, de entretenimiento como paseos al aire libre o turismo interno.
Una buena alimentación es aquella que le proporciona al organismo todos los nutrientes que este necesita para trabajar y se más productivo durante el día.
- Es recomendable no excluir ningún grupo nutricional.
- Establecer un menú por semana y lleva un registro o control de lo que comes y las calorías que posee cada alimento.
Ahora bien, ¿por qué es tan importante tener una buena alimentación? Aquí te compartimos algunas razones:
- Retrasa el proceso de envejecimiento
- Ayuda a conservar la piel, el cabello y uñas más saludables
- Estimula el sistema nervioso y mejora la salud cognitiva
- Mejora el estado de ánimo
- Mejora la circulación sanguínea
- Previene y combate las enfermedades cardiovasculares
- Aumenta la sensación de energía y mejorar el rendimiento físico y mental
¿Cómo puedes mantener una buena alimentación? Algunos consejos para tener una buena alimentación y garantizar la absorción de todos los nutrientes esenciales:
- Alimentos bajos en grasa: opta por las fuentes de ácidos grasos saludables como el aguacate, caite de oliva, pescado, aceite de coco, entre otros; evita las grasas saturadas como los aceites hidrogenados, las frituras y la mantequilla.
- Carbohidratos y almidones moderados: comer pequeñas porciones de pasta, pan o papas.
- Alto contenido en fibra: cereales integrales, legumbres y vegetales, la fibra es clave para regular la digestión, prolongar la saciedad y controlar el colesterol.
- Vitaminas, minerales y antioxidantes: consumir de 5 a 6 porciones de frutas y vegetales durante el día.
- Azúcar limitado.
- Poca sal.
- Proteínas de alta calidad como las carnes magras, legumbres y lácteos.
- Comer despacio.
- Dividir las porciones.